La Paz destino gastronómico del mundo

La Paz, para comer con identidad

“Algo está pasando en La Paz”. En los últimos meses recuerdo haber escuchado esta frase en reiteradas oportunidades refiriéndose a esta revolución de la gastronomía en la ciudad que ha permitido a nuevos emprendedores mostrar una diversa oferta.

Quien visita La Paz puede experimentar el contraste en sus sabores ligados a su cultura, a sus festividades y a su gente porque aún conserva lo tradicional pero han empezado a emerger corrientes como la comida fusión, la comida de autor y la comida elaborada con productos locales (kilómetro 0).

Al recorrer la ciudad, la comida callejera ofrece una variedad gastronómica de platos tradicionales, muchos de ellos de consumo en horas específicas del día. Por ejemplo, por la mañana el famoso api, que es una bebida caliente elaborada en base a maíz; a media mañana uno puede degustar de las “tucumanas” que son empanadas con relleno de carne o de charque o la famosa salteña que también es una empanada rellena pero de carne y papa. Por la tarde las jawitas que son empanadas rellenas de queso y por la noche anticuchos que es carne de corazón de vaca cocida en una parrilla o riñoncitos también de vaca.

Pero La Paz también se convierte en la gastronomía del mundo porque al menos cuatro de los cinco continentes se encuentran reflejados en la ciudad en restaurantes que sirven comida típica de distintos países, por ejemplo tacos, sushi, pastas, feijoada entre otros.

Pero definitivamente “algo está pasando en La Paz”, pues su oferta gastronómica también se refleja en restaurantes de alta cocina como Gustu que se encuentra entre los mejores 50 de Latinoamérica o Ali Pacha que es ganador de tres categorías en los Luxury Restaurant Awards, este concurso es como “los Gramys” de la industria gastronómica.

Esta ciudad ha logrado poner los conceptos más creativos dentro de los restaurantes lo que permite que la experiencia gastronómica no se reduzca solo al buen comer. Algunos han optado por la utilización de materiales reciclados con un concepto de alto diseño, otros han preferido usar la artesanía paceña en locales donde las lámparas están hechas a base de polleras, también algunos fueron por el camino de recuperar utensilios que se usaban antiguamente elaborados con fierro enlosado.

La Paz está trabajando para convertir a la ciudad en un destino gastronómico competitivo con el resto del mundo y prueba de ello es su participación en eventos internacionales como la Feria Iberoamericana de Gastronomía realizada en Buenos Aires la semana pasada, donde fue invitada a exponer el Plan Gastronómico de la ciudad de La Paz.

Alta Cocina en el mirador Killi Killi
Cocina en el mirador Killi Killi. Foto: GAMLP
La hoyada (así es como llaman a La Paz), está viviendo ésta revolución imparable de su gastronomía resistiéndose a ser globalizada y conservando su identidad gastronómica a partir de la conservación de productos locales en la elaboración de los platillos y de la concepción del espacio donde se vive la experiencia de comer en La Paz.

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