La Paz, la ciudad cerca del cielo

Ciudad de La Paz
Panorámica de la ciudad de La Paz
Si hablamos de turismo al más alto nivel debes saludar al mundo, en el crepúsculo del día, desde las faldas del majestuoso Illimani. El nevado de 6.000 metros sobre el nivel del mar pasa por diferentes colores, desde un blanco pálido hasta un azul oscuro.  Una hilera de montañas acompaña al ícono paceño para formar una hoyada que en el anochecer simula el cielo estrellado en la tierra.

La arquitectura y paisaje de la ciudad de La Paz se entremezcla con el ruido citadino que pone en evidencia el diálogo entre la modernidad y la tradición envuelto en ese ajayu (alma) paceño.

Al turista que visita La Paz le encantará interactuar con las caseras (vendedoras de zonas tradicionales) quienes nos adentran al quehacer de esta ciudad que se desarrolla en medio de petardos, vivas y muertes en las calles, en una expresión absoluta de libertad, ejerciendo su derecho a ser escuchada.

En La Paz no debe extrañarte escuchar el grito de una dulce voz que llama la atención en medio de cientos de vehículos mientras te acerca una aromática bebida caliente que la llaman sultana (té), acompañada de un delicioso pan, tipo francés, de nombre marraqueta, un alimento infaltable del albañil (constructor), empresario, comerciante, político, estudiante y de todo el que visita esta ciudad. 

Vista de espacio de recreación de la ciudad de La Paz
Parque Urbano Central (vista de un área recreativa de La Paz) 
El turismo en la Paz tiene una característica especial en su noche bohemia, que la transforma en un laberinto cultural enredada en sus callejuelas con estilo barroco contrastadas con rascacielos que parecen besar el cielo. La música con tono andino estilizado habla de pluriculturalidad al igual que los sabores que sentirán tu paladar en la culinaria típica del lugar.

En gastronomía se marca el reto de experimentar lo nuevo, una mezcla de lo oscuro y lo exquisito traducido en el chairo, una sopa de chuño (papa deshidratada) y de fondo, un plato paceño combinando el queso, papa, haba, choclo y llajua, el sazón picante de la ciudad. 

La Paz es la ciudad que se mira del cielo con su teleférico que en pocos minutos hace un pincelazo a esta hoyada. La serpiente de la ciudad a la que llaman Pumakatari, será tu cable a tierra a esta ciudad querendona de la pluriculturalidad de su gente.  

Este es el turismo de La Paz, de subidas y bajadas, de aceras ocupadas por puestos de venta, de juegos artificiales que nos avisan sobre la presencia de una nueva manifestación y demandas callejeras o con que el sonar de una banda de música acompañando la llegada de una comitiva de  danzantes te llevarán por lo cultural, artístico y religioso.

La Paz turística es la ciudad de la Calle de las Brujas donde el humo incandescente que desprende aroma a incienso con yerbas te adentrarán a lo oscuro donde la magia y los usos y costumbres te envolverán en sus habitantes.

La multiplicidad de colores se expresada en los tejidos de la ciudad hacen de La Paz en una ciudad maravillosa. 



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