DESMITIFICAR LA INSEGURIDAD TURÍSTICA EN LA PAZ
DESMITIFICAR LA INSEGURIDAD TURÍSTICA EN LA PAZ
Por: Natalia Terrazas Tejerina
A lo largo de los últimos años,
el desarrollo turístico de La Paz, Bolivia, ha estado marcado por una inversión sin
precedentes, que logró posicionarla en el mapamundi como posible Destino Turístico
del Mundo. La promoción de sus atractivos, ya sean naturales, patrimoniales o
de cultura viva, así como reconocimientos internacionales como la declaratoria
de Ciudad Maravilla del Mundo por la Fundación New Seven Wonders; la mejor
noche paceña desde el enfoque de National Geographic; los cementerios más
interesantes de Architecture Digest; la innovación en el transporte público con
el Pumakatari y Mi Teleférico (siendo nuestro municipio una de las topografías
más complicadas del mundo), hasta la innovación en cultura ciudadana con
nuestras tan amadas e icónicas Cebritas, demuestran que el avance en el
desarrollo de los servicios públicos, permiten un desenvolvimiento territorial
en cualquier nivel y con una calidad de mejora progresiva.
Sin embargo, uno de los
principales temas de investigación del turista al momento de tomar decisiones de destino recae en la seguridad. Las noticias internacionales sobre de los conflictos
sociales, característicos en toda Latinoamérica, dibujan una imagen de elevada inseguridad, cuyo amarillismo hay que desmitificar.
La Paz es una ciudad cuyos
índices de violencia e inseguridad son tan bajos, que te permiten transitar por
el centro de la ciudad a la mitad de la noche con tranquilidad. En otras ciudades como Buenos Aires, Bogotá, la Ciudad de México o
Lima, sin ir muy lejos, las recomendaciones de no circular en las calles a
partir de las 6 o 7 de la noche, demuestran que la probabilidad de ser asaltado
o secuestrado, etc., es demasiado alta.
El punto es que el mal manejo de la inseguridad en La Paz, están marcadas por el cultural y obsesivo gusto de los bolivianos por las marchas. Ya sean de protesta, desfiles cívicos, orgullos gay, de
trabajadoras sexuales, ambientalistas, lustrabotas,
estudiantes, transportistas o panaderos, a todos nos gusta que marchar en maneras cada vez más rimbombantes, utilizando pancartas, crucifixiones, petardos y hasta dinamitas, lo que ha hecho la miel del periodismo amarillista, dando una imagen equivocada de la calidez andina y de la libertad de expresión que enriquece nuestra cultura.
Es por este motivo, que
consideramos importante, desmitificar la errónea idea de que en La Paz es una
ciudad insegura y mostrar nuestras marchas, sea de la clase que sean, como un verdadero atractivo
turístico, digno de venir a conocer. Es necesario generar estrategias que
visibilicen la belleza y el entusiasmo con el que todos aquellos que vienen a La Paz dese todos los rincones del país, ya sea por una reivindicación social, por el ferviente civismo, por devoción a Jesús del Gran Poder o en el reclamo histórico de acceso al mar, son en realidad características de que las cosas sí se pueden mejorar, que la gente se identifica y toma acciones, porque en La Paz, el pueblo no se calla!
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La Paz, Destino Seguro |
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